En muchas situaciones puede ser necesario realizar la valoración de su empresa. Uno de los escenarios más habituales para realizar este tipo de análisis se da en los procesos de fusión y escisión. También puede ser necesaria para resolver cualquier tipo de disputa o controversia entre los principales propietarios de un negocio.
La valoración de una empresa también puede ser útil para otros muchos casos. Por ejemplo, para negociar en operaciones con terceros es una buena herramienta para conocer el valor exacto de un negocio. También es muy útil, sencillamente, si usted necesita elaborar estrategias y tomar decisiones.
Realizar la valoración de una empresa puede ser algo complejo. Lo primero que hay que determinar es para qué se realiza este estudio. Existen varios métodos para llegar al valor de su negocio en función de la información que se quiere obtener.
También se debe tener en cuenta lo que se conoce como activo intangible (por ejemplo, el valor de una marca). En estos casos la valoración de una empresa necesita un trabajo concienzudo que requiere de conocimientos bastante específicos. Por ejemplo, sería necesario conocer los hábitos de los consumidores con respecto a su producto.
Se deben tener en cuenta muchos aspectos a la hora de realizar la valoración de una marca por eso es aconsejable recurrir al asesoramiento de terceros expertos. De esta manera se consigue una visión objetiva y real con la que poder realizar cualquier tipo de operación con las máximas garantías.
Cómo se realiza la valoración de una empresa
Para realizar una valoración de empresas se pueden tomar diversos puntos de vista:
Según su valor de mercado. Para ello es necesario conocer la competencia y la situación del negocio respecto a ellas. También se puede realizar de manera más sencilla cuando su empresa cotiza en bolsa.
En base a los rendimientos esperados. Es uno de los modos de valoración de empresa que pueden resultar más atractivos si tiene que negociar con terceros. Para ello se establece un límite temporal y se usan como referencia los flujos de renta a los que se les resta los costes.
Según los activos que el negocio posea. En este caso, se pueden tomar diversos puntos de vista para realizar la valoración de una empresa. Por ejemplo, se puede considerar lo que se conoce como valor ajustado. En este caso se usa el balance de su empresa para conocer su valor.
Otros de los métodos es calcular el valor de reposición. En este caso se determina el coste de adquirir una empresa con la misma capacidad productiva. También existe la valoración contable que se basa en restar al activo los pasivos exigibles. El último sistema consiste en el valor de liquidación que determina los costes si la empresa cerrara.
Métodos combinados para la valoración de una empresa. Para conseguir una visión más global y exacta se usan las distintas formas señaladas anteriormente de manera conjunta. De esta manera se consigue encontrar el valor del negocio según las necesidades de cada caso. En este tipo de análisis se tienen en cuenta también los intangibles ya mencionados.
Existen muchas maneras para realizar una valoración de una empresa. Es importante saber que esta cambia dependiendo de la operación que se quiera realizar. Todos estos análisis son diversos puntos de vista de una misma realidad. El conjunto de todas es la estampa global de la situación de su negocio.
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