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Operaciones de refinanciación, ¿qué son y cómo se llevan a cabo?

Operaciones de refinanciación, ¿qué son y cómo se llevan a cabo?

Cuando una empresa no puede hacer frente a sus deudas por falta de liquidez puede incurrir en lo que se conoce como concurso de acreedores. Para intentar evitar esta situación se puede recurrir a operaciones de refinanciación en las que se consigue el líquido suficiente para poder seguir con su actividad y responder a sus obligaciones económicas.

Las operaciones de refinanciación consisten en obtener un nuevo préstamo que sirva para hacer frente a todas las deudas. En muchas ocasiones se usan cuando son varios deudores para unificar la deuda. Con esto, lo que se consigue es aliviar una situación económica crítica para una empresa.

La idea es conseguir que las condiciones del nuevo préstamo sean más asequibles. Una de las principales ventajas de las operaciones de refinanciación es que se puede obtener una cuota más reducida permitiendo al negocio tener más líquido para operar. Con esto se consigue un alivio bastante fuerte en una situación que puede llegar a ser crítica.

Aunque es cierto que las operaciones de refinanciación pueden aumentar el coste de la deuda, lo cierto es que es una de las mejores opciones para que una empresa sobreviva. Sobre todo, si en la realidad está ofreciendo rendimientos positivos a corto plazo, pero están siendo absorbidos por el pago de las deudas. Es una maniobra para evitar que se empiecen a acumular los impagos que puedan causar una quiebra.

La idea es conseguir la viabilidad del negocio realizando un plan financiero que permita hacer frente a sus obligaciones con los acreedores. Con esto se evita el concurso de acreedores y se logra mantener la actividad del negocio. Es una herramienta casi estratégica que se debe usar de manera correcta para conseguir los resultados adecuados.

Pasos para seguir en una operación de refinanciación de deuda

El primer paso para realizar una operación de refinanciación es conocer la situación real de la empresa con respecto a sus deudas. Es necesario saber cuáles son aquellas más críticas que necesitan ser atendidas con más urgencia. En algunos casos, se puede negociar con algunos acreedores para reestructurar la deuda para que se más llevadera.

Una vez definido cuál es la cantidad de deuda a la que se debe hacer frente, el siguiente paso es encontrar la entidad financiera con los préstamos con las mejores condiciones. Es necesario hacer un estudio pormenorizado de todas las posibilidades existentes en el mercado para realizar la operación de refinanciación. Se puede recurrir tanto a bancos como a entidades de crédito.

Cuando se ha obtenido el préstamo es hora de liquidar la deuda con los anteriores acreedores. Es decir, la obligación con ellos se extingue por las cantidades acumuladas que pudieran existir hasta ese momento. Esto puede suponer en algunos casos que se acabe la relación con estos o sencillamente que se regularizan los pagos y no se produzcan penalizaciones.

La idea es, como ya se ha señalado anteriormente, es conseguir una situación más cómoda para la empresa. De esta manera se logra un margen de maniobrabilidad para que el negocio siga funcionando. Pero la operación de refinanciación sólo es una parte de una estrategia más amplia.

Es necesario realizar reformas profundas en la empresa para que no se vuelva a producir la situación de acumulación de deudas. Las operaciones de refinanciación no se pueden usar de manera recurrente. Es una medida que se debe considerar excepcional para hacer frente a situaciones más críticas.

En Capital Auditors contamos con grandes expertos en operaciones de refinanciación de deudas. Le ofrecemos el mejor asesoramiento para que su empresa supere una situación económica difícil. Cuente con nuestro apoyo

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