Un flujo financiero se refiere al movimiento de capital que se produce en un tiempo determinado. Es decir, literalmente es la entrada o salida de dinero efectivo que se suele producir principalmente por operaciones de caja. Conocer como se producen es una de las claves para que un negocio funcione.
La principal causa es que los flujos financieros son los que determinan la liquidez de una empresa que es necesaria para que pueda operar. Por eso, realizar un control sobre estos movimientos es de gran utilidad sobre todo para conocer el funcionamiento de un negocio. También es muy necesario para justificar los gastos realizados con el dinero recibido por una subvención.
Con el seguimiento de flujos financieros se puede obtener información muy útil. Por ejemplo, se puede conocer la razón de que los gastos sean mayores que los ingresos. De esta manera se pueden tomar las medidas necesarias para que esta situación no se produzca.
Además, también es interesante conocer los flujos financieros para conocer si es el momento de optar por una financiación. Sobre todo, en aquellos momentos donde los ingresos sean más escasos y haya que seguir haciendo frente a los gastos. Si no se conocen los movimientos de capital la toma de esta decisión se puede tomar bastante tarde.
Otras de las utilidades del seguimiento de los flujos financieros es que también permiten saber si es buen momento en su empresa para invertir. Se conoce si se tiene capital suficiente para este tipo de operaciones y que no existen gastos próximos para asumir.
Con el control de flujos financieros también se puede contar con capacidad de previsión. Conocer si llegará próximamente un ingreso o que se puede controlar un gasto para reducirlo son herramientas de gestión muy eficaces. Sobre todo, porque se evitarán situaciones como falta de pagos o incluso la quiebra.
Cómo se puede controlar el flujo financiero
Básicamente para calcular un flujo financiero se debe realizar una resta entre ingresos y egresos. Esto que puede parecer una operación fácil, requiere de una gran labor de seguimiento.
Lo primero es necesario que exista un adecuado registro en el que queden anotados todos los movimientos. Pero con esto no basta, cada movimiento de efectivo debe tener su justificación. De esta manera se sabe exactamente el origen de cada ingreso y de cada gasto.
Es muy importante controlar que se han recibido el dinero esperado como que no se ha producido ninguna salida de capital imprevista.
Uno de los puntos más importantes para analizar son los sobrantes y faltantes. En este caso es necesario determinar el origen de los mismos y proponer medios para que no se vuelvan a producir. Es importante controlar estos descuadres porque pueden distorsionar la situación real de la economía de un negocio.
Aunque puede parecer algo sin importancia en muchas ocasiones se produce un efecto acumulativo. Cuando no se controla el flujo financiero se puede producir una gran diferencia entre el efectivo que se debe tener y el que realmente se tiene.
El objetivo es conocer cuál es el líquido exacto de la empresa. Si el control del flujo financiero se ha realizado de manera efectiva, será fiel reflejo de la situación económica del negocio.
Por estos motivos resulta clave para el funcionamiento de una empresa. Si no se conoce exactamente el dinero del que se dispone difícilmente se podrá operar adecuadamente.
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