Una de las normas más recientes del actual gobierno de España afecta de manera sustancial al mercado laboral. El Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo pretende cambiar la situación de temporalidad y precariedad existente en nuestro país.
Esta reforma laboral responde a las exigencias de la Unión Europea establecidas para recibir los Fondos de Recuperación de Europa o también conocido como fondos Next Generation. Estas ayudas son una importante herramienta de recuperación tras las devastadoras consecuencias económicas sufridas por la pandemia.
Los cambios realizados por esta reforma laboral afectan principalmente a los tipos de contrato y sus configuraciones. Esta es el nuevo escenario que se da en la actualidad:
1. La preferencia por el contrato indefinido. Se establece como forma de contratación laboral ordinaria. Esta reforma laboral acaba con los contratos por obra y servicio y reduce los temporales a dos tipos. Así se pueden dar por circunstancias de la producción (que puede ser como máximo de 6 meses ampliables a 1 año) como para la sustitución de un trabajador con reserva de puesto de trabajo.
Una especial mención se merecen los contratos de obras y servicios del sector de la construcción que pasan a ser indefinidos.
2. Cambian las modalidades de los contratos de formación. Se establecen dos clases:
– Contratos formativos de alternancia. Un contrato con muchas ventajas económicas para las empresas y que además ayuda a la adquisición de experiencia de trabajadores noveles. Tienen una duración máxima de dos años. Pueden estar dirigidos para personas de cualquier edad salvo para las profesiones recogidas en Catálogo de Cualificaciones Profesionales. En ese caso el límite se sitúa en los 30 años.
Especial mención merece la especificación de los salarios de estos contratos de formación que se hace en la reforma laboral. Se establece un doble límite. Por un lado, no podrá ser nunca inferior al salario mínimo interprofesional. Por otro jamás podrá bajar del 60 por ciento de lo establecido en el convenio el primer año y del 75 por ciento en el segundo.
– Contratos para la obtención de práctica profesional. Pueden durar desde 6 meses hasta un año. Siempre se podrán realizar en los tres años posteriores a la obtención de la correspondiente certificación.
Otros aspectos para resaltar de la última reforma laboral
Además de estos ajustes, la reforma laboral también presenta otra serie de importantes modificaciones. En la negociación colectiva se establece lo que se conoce como ultraactividad. De esta manera los convenios colectivos que no hayan sido renovados después de terminar su periodo de vigencia se seguirán aplicando.
Las condiciones de los convenios de empresa sólo prevalecerán cuando sean más favorables que los convenios sectoriales.
Otras de las novedades que se señalan en la reforma laboral es la elaboración del Estatuto de los Becarios. Se pretende regular esta figura para evitar los abusos que se suelen producir.
Una de las principales características de esta última reforma laboral es la importancia que se le da al ERTE. Por un lado, se simplifica su uso por parte de las pequeñas y medianas empresas. También se añade como causa las decisiones del gobierno que puedan afectar a la producción.
Por otro lado, tras demostrar la eficacia del ERTE para proteger el tejido laboral durante la pandemia, la reforma laboral establece Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización en el empleo. Es un sistema que se activa por el Consejo de Ministros y que lleva la práctica lo aprendido durante la crisis del Covid19.
Se establecen mecanismos para la protección del empleo que sirvan como protección siendo el despido definitivo la última opción para las empresas.
